Incienso que recrea el aroma exquisito del perfume "Eau d'Hongrie". Elaborado con corteza de limón, romero y lavanda. En la Edad media, los Cruzados traen de Oriente materias primas y técnicas de perfumería. Después de los Chinos y de los Arabes, los alquimistas de Europa descubren el alcohol etílico y la destilación. Después de los viajes de Marco Polo, el comercio de las especias se intensifica poco a poco. Existe una creencia en las virtudes curativas y desinfectantes de los buenos olores, hasta en las epidemias : los ricos llevan bolas de perfume llenas de almizcle, de ámbar o de resinas aromáticas. El uso del perfume acompaña el nacimiento de cierto arte de vivir. Los poetas alababan con lirismo la feminidad. A pesar de las amonestaciones de la Iglesia, los galanes y sus bellas saborean los placeres sexuales en la sensualidad de baños perfumados. En 1390, cuando la Edad Media toca a su fin, aparece el primer perfume elaborado con alcohol: el agua de Hungría. Estuche de 16 varillas de 1 hora de duración cada una aprox.